La sonda Cosmos 482, de diseño idéntico al de la nave Venera-8, la primera sonda robótica que descendió en Venus, se quedó en una órbita circunterrestre tras su lanzamiento debido a un fallo del acelerador.
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El experto espacial estadounidense Jonathan McDowell, refutó las afirmaciones de la prensa occidental de que la estación podría volver a la Tierra el año corriente. De acuerdo con sus investigaciones, Cosmos 482 puede caer en cualquier región del mundo desde principios hasta mediados de 2020.
"Si se trata de una cápsula de descenso, puede sobrevivir a una caída en la atmósfera de la Tierra y llegar a la superficie. En este caso, la probabilidad de que caiga sobre alguien es de una entre 10.000. Los medios técnicos son densos pero inertes y no contienen materiales nucleares. No hay motivo para preocuparse", afirmó.
En 2018, Pavel Shubin, astrónomo, historiador de la cosmonáutica y autor de un libro sobre las misiones soviéticas a Venus, comentó a Sputnik que la estación soviética lanzada al segundo planeta caerá a la Tierra en los próximos cuatro o siete años.
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El módulo de descenso, que pesa media tonelada, es uno de los más resistentes que se han hecho hasta ahora y alcanzará con toda seguridad la superficie terrestre. Por el momento se desconoce dónde caerá, pero la previsión es que será en una zona comprendida entre 52 grados latitud norte y 52 grados latitud sur.