"Apunten, por favor, esa fecha: 13 de febrero de 2019… Israel será el cuarto país que lo consiga", dijo el director general de la compañía, Ofer Dolon.
Luego volará hasta la Luna, descenderá sobre su superficie, realizará varios experimentos científicos y quedará por siempre en el astro, luciendo en su costado la bandera blanquiazul de Israel.
La nave, que lleva voluminosos tanques de combustible, varios motores y sofisticados dispositivos electrónicos, fue construida en cooperación con el consorcio estatal Israel Aerospace Industries (IAI).
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Su peso al despegue alcanzará casi 600 kilogramos, y después de alunizar y consumir todo el combustible, unos 150 kilogramos.
"Haremos historia", expresó el presidente de la compañía, Morris Cohen, quien reveló que el ambicioso proyecto asciende a 95 millones de dólares.