Garantizar un trabajo seguro de los microesquemas en el espacio es una importante tarea científica y económica. Para que los satélites meteorológicos, de comunicación y de observación de la Tierra sean económicamente eficientes deben funcionar en la órbita entre 10 y 15 años por lo menos. Una de las causas más habituales de su puesta fuera de servicio antes de este plazo son las fallas de los equipos electrónicos de a bordo.
Los convencionales sistemas electrónicos terrestres son demasiado poco seguros para las condiciones del espacio ultraterrestre. Por eso la industria espacial los fabrica según tecnologías especiales o selecciona y somete a unas pruebas específicas. Esto requiere un profundo conocimiento de los procesos físicos que transcurren dentro de los microesquemas y motiva a los científicos a diseñar métodos matemáticos que pronostiquen con precisión el comportamiento de los mismos en diferentes condiciones.
La especial importancia del problema viene determinada por el hecho de que en el espacio sea imposible garantizar la protección física de las partículas de alta energía, a raíz de su alta capacidad de penetración. Se han desarrollado múltiples métodos de pronóstico de frecuencia de este tipo de fallas en las condiciones dadas, así como los métodos basados en software y hardware para luchar contra las mismas.
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Buscando solución al problema, los especialistas de la Universidad Nacional de Investigaciones Nucleares de Moscú (MEPhI) desarrollaron, en una serie de investigaciones entre 2015 y 2017, una nueva metodología que permite procesar los resultados de los experimentos terrestres y programar los cálculos de la frecuencia de las fallas. Brinda la posibilidad de pronóstico teniendo en cuenta los nuevos aspectos físicos, tecnológicos y de software propios de los esquemas integrales más modernos de nanodimensiones (con la norma tecnológica menor de 100 nm).
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La posibilidad de calcular la frecuencia de errores de diferente multiplicidad es una condición imprescindible para crear nuevos algoritmos de software capaces de responder eficazmente ante las fallas múltiples en el espacio. El equipo de investigación de MEPhI colabora para llevar a cabo este trabajo con el Instituto de Investigaciones Sistémicas de la Academia rusa de Ciencias.