De acuerdo con el artículo, titulado 'Efectos de los vuelos espaciales en la estructura del cerebro de los astronautas según la resonancia magnética', la microgravedad puede causar cambios anatómicos sutiles en los cerebros de los astronautas.
"La exposición al entorno espacial tiene efectos en los seres humanos, pero simplemente no se entienden", explicó la encargada del estudio, Donna Roberts, de la Universidad Médica de Carolina del Sur.
En total, los científicos examinaron los datos de las resonancias magnéticas de 18 astronautas que participaron en una misión espacial corta —a bordo del US Space Shuttle—, y de 16 cosmonautas que habían estado a bordo de la EEI por periodos de tiempo más largos, de hasta tres meses.
Según advierten los investigadores, estas condiciones pueden convertirse en un problema serio para los astronautas. El llamado 'síndrome de presión intracraneal por discapacidad visual' (o síndrome de VIIP) está vinculado con la redistribución del líquido corporal hacia la cabeza debido a la microgravedad. Suele incluir problemas de visión y una mayor presión dentro de la cabeza. Esto se debe a que la microgravedad lleva a un "estrechamiento entre la parte superior del cerebro y la mesa interna del cráneo", en otras palabras, el cerebro "flota hacia arriba". El mayor problema es que las partes del cerebro más afectadas controlan el movimiento del cuerpo y la función ejecutiva superior.
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No obstante, todavía no se sabe "si los efectos adversos en el cuerpo continúan progresando o si se estabilizan después de algún tiempo en el espacio", así que los investigadores tienen previsto examinar las imágenes de resonancia magnética luego del vuelo de los astronautas, concluyó Roberts.