Según el vice primer ministro del país y también ministro de Economía, Etienne Schneider, esta ley crea un marco legal que protege los derechos de los extractores de minerales en el espacio y regula el control de las misiones espaciales. Asimismo, supone que los recursos del universo pueden pertenecer tanto a personas, como a empresas.
Schneider subrayó que esta iniciativa debe ser vista desde el lado comercial.
"Cuando presenté esta iniciativa hace un año, la gente pensó que estaba loco. Pero vemos esto como un negocio que tiene un retorno de inversión en el corto, mediano y largo plazo", dijo el funcionario, citado por L'Express.
De acuerdo con el político, hoy en día ya hay demanda por el material extraído del espacio exterior. Por ejemplo, según Schneider, en la Estación Espacial Internacional ya se han llevado a cabo experimentos para utilizar materia prima espacial en impresoras 3D.
Así, Luxemburgo se ha convertido en el segundo país después de EEUU en permitir la extracción de minerales por empresas privadas en el espacio.
¿Y Rusia?
Este tema también es de gran interés para Rusia, pero por ahora solamente a nivel de iniciativa privada y científica. A inicios de este año se formó la Corporación de Gambusinos Espaciales (buscadores de minerales y mineros de pequeña escala).
Estos emprendedores rusos por ahora se centran en la idea que también conquistó la mente de Schneider: producir agua en el espacio, necesaria para producir hidrógeno como combustible para los satélites, en vez de traerla desde la Tierra.
Para eso los científicos rusos ya han creado una máquina que extrae agua del regolito que cubre planetas, satélites y asteroides.
Lea más: Cómo el gato de Schrödinger 'engorda' en manos de físicos rusos
Incluso, los investigadores de la Universidad Nacional de Ciencia y Tecnología de Rusia MISIS ya han logrado fabricar también una máquina que produce el propio regolito en la Tierra con las mismas características físicas que el material espacial. Ningún otro país cuanta con algo parecido.