"China estudia una posible cooperación con sus socios extranjeros, entre ellos la ESA, en la construcción de una base internacional en la Luna", afirmó Tian Yulong, el secretario general de la CNSA, citado por el medio.
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Entre las ventajas de este tipo de instalación lunar se mencionan las enormes posibilidades científicas e industriales, así como el uso de la Luna como una plataforma para las futuras expediciones a Marte y, también, como un destino turístico.
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La intención de China de participar en el proyecto demuestra "una mentalidad abierta" del país en cuanto a los proyectos mutuamente ventajosos para todos los participantes, comentó a Global Times Jiao Weixin, profesor de la Escuela de las Ciencias Terrestres y Espaciales en la Universidad de Pekín.
Al mismo tiempo, "China debería confiar en su propio programa lunar que ha sido fructífero sin que el país trate de repetir los logros de otras naciones", destacó el experto.
En particular, la Agencia Europea espera participar en el análisis de las muestras de suelo lunar que China planea obtener en 2017, así como está dispuesta a enviar a un astronauta a la estación orbital nacional china "en un futuro próximo", según el portavoz del ente, Pal Hvistendahl, citado por Bloomberg.