"Las piezas vulnerables a grietas son consideradas como una potencial amenaza importante para la seguridad del cohete, declararon los responsables de la industria, y pueden requerir un rediseño de las llamadas turbobombas del Falcon 9. La agencia espacial nacional advirtió a SpaceX de que este tipo de grietas suponen un riesgo inaceptable para los vuelos tripulados", se informa en el artículo.
Según los investigadores de la GAO, es probable que la empresa SpaceX y su rival Boeing no cumplan el plazo de 2018 para iniciar misiones regulares de transporte de astronautas a la Estación Espacial Internacional —EEI—.
Lea también: El cohete Falcon 9 despega hacia la EEI
El destino de los vuelos tripulados
Mientras SpaceX padece dificultades con su sistema de propulsión, Boeing, por su parte, experimenta problemas con su sistema de paracaídas, revelados, entre otros, por los investigadores de la GAO.
La NASA actualmente tiene contratos con Rusia hasta 2018 para llevar sus astronautas a la EEI. Sin embargo, un retraso de los vuelos de prueba para el 2019 obligaría a posponer los primeros vuelos tripulados hasta la primavera o el verano de 2019 como mínimo, advirtió Berger.
"Por lo tanto, a principios de enero, la NASA reveló un plan inteligente que le permitirá adquirir asientos adicionales [para sus astronautas] en la Soyuz para el año 2019", señaló.
Lea más: La NASA piensa continuar pagando a Rusia para llegar a la EEI
Andy Pasztor, a su vez, añadió que de acuerdo con la GAO, ambas compañías enfrentan una difícil lucha para cumplir con el objetivo estadístico de la NASA de "no más de un caso fatal entre 270 vuelos".
El jefe en funciones de la NASA, Robert Lightfoot, afirmó al diario The Wall Street Journal que los problemas de SpaceX se dieron a conocer en septiembre de 2016, cuando un cohete Falcon 9 estalló en la plataforma de lanzamiento.
En la empresa, dirigida por Elon Musk, aseguraron que las piezas propulsoras se modernizarían hasta el final de este año.