Ahora parece que el país ha puesto sus ojos en los vuelos espaciales comerciales.
Recientemente se hizo público el diseño de una nueva nave espacial realizado por la Academia de Tecnología de Lanzamiento de Vehículos de China (CALT). Además de la capacidad de realizar vuelos diarios, se presume que la nave podría cargar hasta 20 pasajeros, cifra significativamente mayor a cualquier análogo de la actualidad, revela New Scientist.
El diseño ha sido presentado en el reciente Congreso Internacional de Astronáutica (IAC) en Guadalajara, México, el mes pasado, según reveló la revista New Scientist.
"El vehículo despegará verticalmente como un cohete y aterrizará en la pista de forma automática sin ningún tipo de intervención desde la tierra o a bordo de la nave", explicó el líder del equipo Han Pengxin.
Los investigadores presentaron dos ideas.
El primer diseño pesará unas 10 toneladas y será capaz de trasladar a cinco personas a una altitud de unos 100 kilómetros (donde comienza el espacio exterior), permitiendo que los pasajeros experimenten unos dos minutos de ingravidez.
El segundo diseño será una versión de 100 toneladas, que podrá cargar hasta 20 pasajeros a 130 km, ofreciendo cuatro minutos de ingravidez. Se planifica que un paseo costará entre $200.000 y $250.000.
"Los vuelos de prueba terminarán en los próximos dos años, ya que casi todas los ensayos en tierra han terminado y todos los subsistemas del vehículo funcionan muy bien", dijo Han Pengxin.
China tiene una dura competencia, ya que muchas empresas se disputan el ser los primeros en realizar vuelos espaciales comerciales. Entre ellos compañías como Virgin Galactic, SpaceX y Blue Origin. Esta última parece ser la que lidera la competencia.
"Probablemente hagamos vuelos de prueba en 2017 y, si tenemos éxito, entonces me imagino a astronautas pagando por volar para 2018" dijo Jeff Bezos, director de Blue Origin.
Rusia, Japón y la Agencia Espacial Europea también están desarrollando tecnologías similares que están en fase de pruebas.
