Científicos de la Universidad Nacional de Investigación de Samara empezaron a desarrollar un 'seudosatélite atmosférico polivalente' (SAP). Se trata de un aparato aéreo no tripulado capaz de cumplir durante un largo periodo una gama de tareas científicas y prácticas a unos 20 kilómetros de altura sobre la Tierra.
Los participantes del proyecto son entidades de Samara que se especializan en la ingeniería aeroespacial. Se prevé también la participación del Instituto de Aviación de Moscú (MAI) y la Universidad Politécnica de San Petersburgo Pedro el Grande, así como tales empresas rusas de la industria aeroespacial como la aeroespacial Progress, la aeronáutica Sukhoi y la planta experimental Miasischev.
En los próximos dos años, los científicos de la Universidad de Samara, junto con sus colegas de Moscú y San Petersburgo, confían en crear un aparato aéreo que asumirá una parte de las funciones de los satélites artificiales de la Tierra. Entre las misiones de este 'pseudosatélite' — el SAP — estará la observación de la atmósfera, el sondeo a distancia de la Tierra, la observación meteorológica, así como el mantenimiento de la red celular en grandes ciudades en calidad de 'antenas voladoras'.
Además, el pseudosatélite atmosférico es altamente móvil y puede desplazarse rápidamente hacia las zonas de interés. Su despegue y aterrizaje puede efectuarse desde aeródromos convencionales, lo que permite colocarlos a la altura necesaria de un modo más barato que un lanzamiento de satélites tradicionales.
Actualmente, los científicos del Instituto de Instituto de Ingeniería Aeronáutica de la Universidad de Samara van determinando las características básicas del nuevo aparato aéreo y el equipo general con el que debe dotarse.
"La cuestión principal consiste en a qué altura volar. Las alturas en las que vuelan los aviones civiles no convienen, porque una nave con poca velocidad no será estable debido al viento. La altura de unos 20 kilómetros es preferible: allí no hay vientos, lo que asegura la estabilidad de la nave", destacó el jefe de la cátedra de Construcción y Diseño de Aparatos Aéreos de la Universidad de Samara, Valeri Komarov.
La creación del nuevo avión no tripulado estratégico en Rusia es un serio desafío para los científicos de la institución. Por eso, en la realización de este proyecto participan cuatro institutos que forman parte de la Universidad — el de ingeniería aeronáutica, el de ingeniería aeroespacial, el de electrónica y el de fabricación de instrumentos, de motores e instalaciones energéticas —, así como varias cátedras especiales y centros científicos.
Así, participan en el proyecto el laboratorio conjunto ruso-esloveno 'Materiales y estructuras compuestas' y el laboratorio de investigación científica 'Sistemas compuestos aeroespaciales adaptivos' bajo la dirección científica del profesor británico George Rzevski.
"La creación del grupo científico permitirá a la universidad formar especialistas altamente cualificados en el ámbito de las ciencias aeroespaciales mediante importantes descubrimientos tecnológicos", subrayó el director del Instituto de Ingeniería Aeronáutica, Valeri Yélenev.
El desarrollo del concepto y las principales soluciones científicas y tecnológicas en materia de creación de pseudosatélites atmosféricos ayudará a la Universidad de Samara a estar entre los líderes de la comunidad de ciencia y educación mundial en el ámbito de diseño y fabricación de aviones no tripulados que vuelan a grandes alturas durante mucho tiempo.