— Hay personas que no celebran su 40 cumpleaños. ¿Es una de ellas?
— Si el coronavirus no se calma, no lo celebraré como quisiera. Pero lo quiero celebrar. No creo que haga falta tener miedo de celebrar tu 40 cumpleaños. Es una superstición. Incluso San Juan Crisóstomo escribe que debemos agradecer a Dios y a los padres en este día.
— ¿Es usted supersticiosa? ¿En qué presagios cree?
— ¿Se siente feliz?
— Sí, soy afortunada. Tengo una hermosa familia. A mi lado hay gente sincera, amigos leales y nada de hipócritas en pantalones.
— ¿Con qué clase de preguntas podrían los periodistas desconcertarla?
— '¿Sabe hacer el pino?' Es broma, por supuesto. En serio, trato de responder a todas las preguntas. Excepto las preguntas sobre la seguridad.
— Es una de las chicas solteras más envidiables del país. ¿A qué tipo de hombre ve a su lado? ¿Va a esperar a un hombre así?
— No espero, vivo. En primer lugar, un hombre debe evaluar sus propias habilidades, si puede o no ser un verdadero apoyo para una mujer y seguir siendo un hombre. Lo principal es la nobleza, la honestidad y la autosuficiencia en las relaciones, para que los hombres no usen a las mujeres para satisfacer sus ambiciones injustificadas.
— ¿Hay alguna receta para una vida familiar feliz?
— Recientemente informó de que había empezado a construir una casa cerca de Simferópol. ¿Cómo ve la casa de sus sueños?
— Mi casa es precisamente la de mis sueños. Cuando la termine, les invitaré para un reportaje especial.
— ¿Actualiza su vestuario a menudo? ¿Sigue la moda o confía en su intuición?
— Me gusta la ropa que va con mi estado de ánimo. Y no siempre debe ser algo muy de moda.
— Podría nombrar cinco de sus libros favoritos para llevarlos a una isla desierta
— La Biblia, John Kehoe, Anne y Serge Golon, Mijaíl Bulgákov, Sun Tzu, Herman Hesse.
— ¿Hay suficiente romanticismo en su vida?
— Siempre quieres más romanticismo.
— Si tuviera la oportunidad de volver atrás en el tiempo, ¿qué momentos le gustaría cambiar?
— Aprecio todas las pruebas, dificultades y alegrías de mi vida. Estoy agradecida de haber sobrevivido a ello. Así que no hace falta cambiar nada. Todo esto se nos da por una razón.
— ¿Tiene alguna preferencia por la comida?
— Me gusta el pescado, el queso y las aceitunas.
— ¿Cuál es su hobby ahora?
— ¿Qué es lo que hace allí?
— A través de las redes sociales, puedo comunicarme con la gente y expresar mi posición sobre diversos acontecimientos de la vida social y política del país. Y esto es muy importante.
— ¿Cuál es el consejo más importante de su vida y de quién?
— De una persona sabia: siempre escucharse a sí misma.
— ¿Con qué políticos podría servir en la inteligencia?
— Con Vladímir Putin y Serguéi Shoigú.
— ¿Cómo la cambió el poder? ¿Había más buenas o malas personas en su camino?
— El poder me ha endurecido. Había diferentes personas. Y estoy agradecida por las lecciones de todos.
— ¿Sus mayores logros están aún por delante? ¿Cómo ve su carrera política en el futuro?
— Voy a participar activamente en la agenda internacional.
— ¿Le gustaría probar suerte en el poder ejecutivo? ¿De gobernadora o alcalde?
— Si surge una oferta así, por supuesto, la aceptaría.
— ¿Tiene algún plan para crear un movimiento sociopolítico?
— No. Creo que todos estos movimientos son en su mayoría populistas y no están mejorando en el país. Pero al mismo tiempo, creo que debería haber diferentes fuerzas políticas en el país para equilibrar el poder.
— ¿Qué opina de involucrar a la gente del mundo del espectáculo en la política?
— Lo principal es no confundir la política con el mundo del espectáculo. Hay una fina línea entre los actores en la política y los actores del mundo del espectáculo.
— ¿Cómo predeciría el futuro en relación con coronavirus? Algunos expertos revelan escenarios apocalípticos. ¿Qué opina usted?
— La situación con el coronavirus es muy triste. Por supuesto, todo esto tiene un impacto negativo en todos los aspectos de la vida, y en Rusia también. No hace falta dramatizar demasiado, pero sí es menester prepararse para una variedad de opciones.
— Ha declarado repetidamente que espera cambios en las relaciones ruso-ucranianas con la llegada de Volodímir Zelenski al poder. ¿Sus esperanzas se hicieron realidad?
— Desafortunadamente, todavía no. Pero no hay que desesperar y hay que intentar normalizar las relaciones.
— ¿Le gustaría conocer a Zelenski en persona? ¿Qué le diría?
— Sí, me gustaría conocerlo. Le preguntaría si realmente quiere salvar Ucrania.
— ¿Cambiará algo pronto en la política internacional de Crimea?
— Cada día, cada mes, algo está cambiando. Es imposible esperar un reconocimiento próximo del referéndum, pero requiere el trabajo activo de diplomáticos y políticos para que finalmente tenga lugar.
— ¿Cree usted que existe una fórmula universal que serviría para que reconozcan el estatus ruso de Crimea, principalmente en la comunidad internacional occidental?
— No conozco esa fórmula. Creo que si la hubiera ya se habría utilizado. Hay tantos problemas en el mundo que es muy posible que el foco se cambie de Crimea a otra parte. Ningún país es inmune a los choques internos y externos y cuando la estabilidad se tambalea, comienza la búsqueda de compromisos. Tal vez ese compromiso sea el reconocimiento de Crimea.
— Dicen que un sueño es la mitad de la riqueza. ¿Con qué sueña?
— Crimea es un lugar especial con gente especial. Estoy feliz de ser de Crimea (...) Quiero confesar que sueño con hacer más por Crimea, pero realmente necesito el apoyo de la gente. Desafortunadamente, sin autoridad es muy difícil lograr algo. Prometo, como lo hice en el 2014, que haré todo lo posible para que los habitantes de la península se sientan orgullosos de su casa.