"Uno espera que no se van a poner en contra del proceso, que no vayan a apuntar las armas contra quienes no somos sus enemigos, pero bueno, desafortunadamente quedaron allá en contravía de lo que estamos haciendo, y en contravía de lo que está caminando la sociedad colombiana; eso es lo que preocupa y lo que hace daño", dijo Timochenko a Sputnik.
Uno de los jefes negociadores de las ahora disueltas FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) en los diálogos de paz con el Gobierno, dijo que no considera enemigos a Márquez, Santrich y a los otros exguerrilleros que optaron por volver a la lucha armada.
El exguerrillero y actual líder del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), nacido tras la disolución de la guerrilla, dijo que durante la confrontación "fueron muchas las deserciones", incluso entre integrantes que estaban "al frente del combate".
"Eran situaciones complejas; compañeros comandantes de bloque que fueron comandantes de frentes, de columnas, desertaban y dejaban todo ahí botado; eran situaciones duras, difíciles de respaldar y tocó afrontarlo, entonces uno ya está preparado para asumir eso en su verdadera dimensión", explicó Timochenko.
El 29 de agosto, quien fuera el número dos de la guerrilla de las FARC, Iván Márquez, anunció el regreso a la lucha armada, "bajo el amparo del derecho universal que asiste a todos los pueblos del mundo de levantarse en armas contra la opresión".
"Es la continuación de la lucha guerrillera en respuesta a la traición del Estado a los acuerdos de paz de La Habana", agregó Márquez en un mensaje difundido a través de un vídeo.
La palabra como arma
Timochenko había comentado días atrás en una entrevista con la BBC que el levantarse en armas es un recurso que tienen los pueblos, pero siempre y cuando esté dada la coyuntura para ello.
Consultado sobre en qué escenario podría optar por regresar a las armas, el líder del partido FARC aseguró que se comprometió con Colombia y con el mundo a "usar como arma la palabra".Timochenko añadió que mantendrá ese compromiso "por encima" de los obstáculos que se presenten.
"Estuve 40 años en el movimiento armado, 40 años con un fusil en la mano, trajinando estas selvas y cordilleras hacia arriba y hacia abajo y viviendo 50.000 situaciones en función de un proyecto político en el que se fue agudizando la lucha", que derivó en "todo un proceso de degradación", reconoció.
"Entonces, como opción las armas para buscar un objetivo político yo en lo personal y en las FARC lo hemos descartado, porque hemos encontrado que el camino es este que hemos escogido, en el cual estamos avanzando", añadió Timochenko.
La guerrilla FARC firmó el acuerdo final de paz con el Gobierno en noviembre de 2016, tras lo cual sus integrantes dejaron las armas e iniciaron un proceso de reincorporación a la vida civil a mediados de 2017; varios de ellos optaron por la política y ocupan escaños en el Congreso.
Márquez desapareció a mediados de 2018 tras denunciar seguimientos de militares, y desde entonces se desconocía su paradero.
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