"Esta es la historia de 1.408 reses que, tras haber sido importadas de Nueva Zelanda con financiamiento gubernamental, no llegaron a los pequeños ganaderos a los que estaban destinadas", dice el informe basado en documentos obtenidos por Castillo, responsable de indagar el caso para la organización ciudadana Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
En vez de ser entregadas a los destinatarios de un programa agropecuario gubernamental "una parte fue a dar a ranchos [fincas] del exmandatario de Chihuahua [norte], César Duarte [2010-2016], y otra a familiares de su amigo, el exgobernador de Nayarit [oeste], Roberto Sandoval, [2011-2017]", ambos del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Durante seis meses, la investigadora encabezó un equipo que rastreó documentos oficiales de esos estados norteños y del Gobierno federal sobre la importación de ganado vacuno.
Las regulaciones establecen controles sanitarios "para que, cuando llegan a un puerto, las reses pasen en cuarentena, se registren sus características con un arete en la oreja que indica raza y tamaño, para rastrearlas", explicó.
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Los animales llegaron a un rancho de la Unión Ganadera para su distribución a los pequeños productores pecuarios beneficiarios de un programa para damnificados por una severa sequía.
"Pero los registros oficiales del ganado importado se dieron por perdidos", relató Castillo, al grado de que no se sabía cuántos animales llegaron y hacia dónde fue enviado el hato.
En las pruebas documentales presentadas a esta agencia, Castillo y sus colegas detectaron que "otra parte llegó a los ranchos de los hermanos del gobernador de Nayarit en funciones [Sandoval]".
La ruta de las vacas
La primera sospecha surgió en reportes periodísticos de la revista Proceso y del diario La Jornada, que detectaron movimientos de ganado del rancho de Duarte hacia Nayarit, ante lo cual MCCI decidió emprender una investigación completa.
Castillo descubrió que el buque, "un edificio flotante de ocho pisos, cargado de vacas y borregos", llegó en junio de 2015 desde Nueva Zelanda a Mazatlán, en las costas de Sinaloa.
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Los borregos fueron enviados al Estado de México y las reses se dividieron entre el estado de Hidalgo (centro-este) y 1.408 fueron enviadas al extenso y desértico Chihuahua.
"Representaban una esperanza para los pequeños productores después de dos años de sequía", al grado que la escasez de alimento había enfrentado a muchos ganaderos a la disyuntiva de sacrificar algunas reses para la supervivencia de otras, dice el reporte final.
A mediados de 2014, el gobernador de Chihuahua, Duarte (sin parentesco con el exgobernador de Veracruz Javier Duarte, en prisión por multimillonario peculado), implementó un programa para remediar la crisis de "repoblamiento de cría", que consistía en cruzar reses extranjeras con locales.
El propio gobernador Duarte lo impulsó a través de la Secretaría de Desarrollo Rural de Chihuahua, alegando que buscaba "aumentar el número de animales e incrementar sustancialmente la calidad de la carne".
El esquema preveía que los productores medianos y pequeños podrían obtener hasta diez vaquillas, mientras que las organizaciones ganaderas recibirían como máximo 45 cabezas.
En los documentos oficiales encontrados "consta que el valor total de los animales superó los 700.000 dólares", dijo Castillo.
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Pero "no fue el caso con este casi millar y medio de vacas", según la investigadora.
Las vaquillas color café, característico de las razas Hereford y Angus que se destinan a la producción de carne, eran "vientres", es decir hembras y de hecho venían preñadas, una promesa alimentaria que no llegó al campo mexicano.
Duarte no fue localizado, está prófugo por peculado, y Sandoval respondió que "a mis ranchos no llegó ninguna vaca".
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Los hermanos y primos del exgobernante que recibieron el ganado no respondieron las llamadas de MCCI.