"Nuestra economía sufrirá una fuerte crisis después del verano [boreal] cuando las personas regresen de las vacaciones y descubran que muchas empresas desaparecieron y muchos ciudadanos no pueden mantener sus ingresos, será una gran prueba de la solidaridad europea", dijo.
Borrell advirtió que la crisis económica también tendrá consecuencias sociales y políticas y destacó en este contexto la importancia de las inversiones para recuperar la economía de los Estados miembros de la UE y de la comunidad europea en general.
Sin embargo, al comentar el plan de crear un fondo de 750.000 millones de euros, dedicado a reconstruir las economías más perjudicadas por la pandemia, que fue aprobado por la UE a finales de julio tras una larga negociación, Borrell señaló que su implementación "no será fácil" porque probará las capacidades administrativas de los Estados miembros.
Además, el jefe de la diplomacia europea recordó que el plan no se ha ratificado todavía por los Parlamentos nacionales de los países del bloque comunitario.
En su opinión, la posible incapacidad de los Veintisiete de ratificar la iniciativa sería "un gran fracaso".
Desde el 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) califica como pandemia la enfermedad COVID-19 causada por el coronavirus SARS-CoV-2 detectado en la ciudad china de Wuhan a finales de 2019.