"Tras estudiar la decisión oficial de UOKiK, Gazprom tomará medidas para proteger sus intereses, en particular recurriendo la decisión ante un tribunal, donde UOKiK tendrá que demostrar la validez de su posición", informó el servicio de prensa de la compañía rusa.
Este 3 de agosto UOKiK informó que multa a Gazprom por su negativa a proporcionar al regulador los datos sobre los contratos que firmó su filial con otras compañías que financian la construcción del Nord Stream 2.
En la construcción del gasoducto Nord Stream 2, que conectará Alemania y Rusia por el fondo del mar Báltico, participan la rusa Gazprom, la francesa Engie, la alemana BASF Wintershall, la anglo-holandesa Royal Dutch Shell y la austriaca OMV, entre otras.
Según UOKiK, en 2015 el regulador recibió una solicitud de aprobación presentada por seis compañías para crear una empresa conjunta responsable de la construcción y gestión del gasoducto Nord Stream 2.
En 2016 UOKik expresó sus preocupaciones respecto a los planes de las compañías, diciendo que podrían causar restricciones a la competencia en el mercado.
🇷🇺 Obtener luz verde de Det Norske Veritas es uno de los pasos que el gasoducto ruso Nord Stream 2 tiene que dar para conseguir finalmente completar su proyecto. ¿Qué pasa si EEUU interviene con sanciones a la compañía noruega?
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) June 10, 2020
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Las compañías retiraron su solicitud, pero más tarde en los medios de comunicación trascendió que fue firmado un acuerdo para financiar la construcción del gasoducto.
En 2018 UOKiK inició una investigación al respecto, que implica a Gazprom, Engie, Uniper, OMV, Shell y Wintershall.
El gasoducto Nord Stream 2, concebido para diversificar las rutas del suministro del gas ruso a Europa y elevar la seguridad energética, constará de dos ramales para transportar hasta 55.000 millones de metros cúbicos de gas natural.
La construcción fue suspendida en diciembre de 2019 después de que Washington amenazara con sanciones a la empresa suiza Allseas que realizaba las obras.
Se oponen al nuevo gasoducto Estados Unidos que busca vender a Europa el gas natural licuado (GNL) de sus yacimientos de esquisto y algunos países europeos como Polonia, Letonia y Lituania. Ucrania, que teme perder sus ingresos por el tránsito del gas ruso, también está en contra del proyecto.