"Como regla, los bancos compiten por préstamos a clientes corporativos. La competencia así asegura que los proyectos dignos puedan acceder al capital y usarlo para proporcionar productos a los consumidores a precios asequibles. Pero Citibank, Goldman Sachs, JPMorgan Chase, Morgan Stanley y Wells Fargo comenzaron en paralelo a tomar medidas para limitar la liquidez y el capital para el sector energético de Estados Unidos", escribe el WSJ.
El medio recuerda que la mayor gestora de fondos del mundo, BlackRock, anunció en enero que se retiraría de las inversiones en las compañías que reciben más del 25% de sus ingresos del carbón térmico.
"Estos anuncios suenan como propuestas de colusión para boicotear un segmento crítico de la economía de EEUU", señala el periódico, al subrayar también que estos pasos pueden violar las leyes federales de libre competencia.