"El pronóstico para el crecimiento de la demanda mundial de petróleo en 2020 también se ha ajustado en 0,92 millones de b/d, hasta 0,06 millones de b/d, lo que refleja el crecimiento más lento de la economía mundial debido a la propagación del COVID-19 fuera de China", dice el informe.
Por tanto, se espera que la demanda de petróleo para finales del año alcance los 99,73 millones de b/d.
"El brote del COVID-19 en China y su efecto adverso en el sector del transporte y [el consumo del] combustible industrial fueron las principales razones para revisar el pronóstico a la baja", explica la OPEP.
La organización estima que el brote repercutirá mucho en el crecimiento de la demanda de petróleo no solo en China, sino también en otros países y regiones como Japón, Corea del Sur, países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos en Europa y Medio Oriente.
La producción de petróleo
La OPEP también disminuyó la producción de petróleo a 27,77 millones de b/d en febrero, 546.000 barriles menos que en enero.
Libia registró una caída dramática de la extracción al pasar de producir 793.000 b/d a 146.000 barriles.
Irak, por su parte, aumentó el bombeo en 86.000 b/d hasta 4,59 millones de barriles, mientras que Nigeria elevó la producción a 1,79 millones de b/d, 29,000 barriles más que en enero.
En el informe la OPEP revisó a la baja su previsión del incremento de los envíos de petróleo de los países fuera del bloque en 2020 y los situó en 1,8 millones de barriles, 500.000 barriles menos que en su pronóstico anterior.
"Se prevé que las entregas de petróleo no OPEP aumentarán a 1,8 millones de b/d en 2020, lo que supone una reducción de 500.000 barriles, la cifra refleja la ralentización del bombeo de petróleo en Estados Unidos", indicó la OPEP.
La organización señaló también que los despachos mundiales de crudo en febrero sumaron, según un balance preliminar, 99,75 millones de b/d, 290.000 barriles por debajo de las entregas de enero.