"En febrero de 2020, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una variación porcentual negativa de 0,06 respecto al mes de enero", precisó el INE en su informe mensual de precios minoristas.
En enero, el IPC boliviano había registrado una deflación de 0,03%, explicada entonces como consecuencia de una abundante oferta estacional de alimentos básicos, componente principal de la canasta familiar medida en el indicador.
En 2019, los índices mensuales de inflación minorista en Bolivia fueron inferiores al 1% en todo el primer semestre, cuando todavía regía plenamente la política de control de precios y restricción a las exportaciones de alimentos impuesta por el Gobierno de Evo Morales (2006-2019).
Bolivia cerró 2019 con una inflación acumulada de solo 1,47% y su presupuesto general prevé para 2020 una inflación anual máxima de 3,0%.