"Las negociaciones sobre el primer proyecto Fuerza de Siberia duraron unos 10 o 15 años atravesando diversas fases. Ahora estamos debatiendo la posibilidad de organizar los suministros de gas [a China] desde el Extremo Oriente ruso (por la llamada ruta occidental). De momento las negociaciones se suspendieron por causas objetivas, hasta la solución del problema del coronavirus por el Gobierno chino", refirió.
También señaló que el gas de tubería ruso empieza a rivalizar enérgicamente con el gas licuado que se suministra a China.
Gazprom y la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC) firmaron en 2015 el acuerdo sobre el suministro de gas a China por el gasoducto Fuerza de Siberia 2, que supone la construcción de un nuevo sistema de tubería desde Siberia Occidental hasta la ciudad rusa de Novosibirsk, situada en el sureste de Siberia, y su posterior prolongación hasta la frontera ruso-china.
Apoyo de la UE al proyecto Nord Stream 2
Gazprom aprecia el apoyo de los países europeos al proyecto del gasoducto Nord Stream 2 ante los intentos de EEUU de obstaculizar su construcción, declaró Burmístrova.
"Vemos que los Gobiernos de los países europeos interesados en este proyecto continúan las negociaciones con sus colegas al otro lado del océano a todos los niveles y, por supuesto, esto nos da razones para creer en lo mejor para todos", dijo.
Destacó también el gran apoyo de los inversores del proyecto.
Burmístrova indicó también que "se trata sobre todo de la seguridad de los suministros a Europa", en lo que los europeos "están interesados considerablemente".
Washington exigió a las compañías ocupadas en la construcción cesar inmediatamente las obras, después de lo cual la suiza Allseas, que se encarga de la instalación de tuberías, suspendió rápidamente su participación en el proyecto Nord Stream 2.
No obstante, las restantes empresas no abandonaron sus compromisos y, según declaró el ministro de Energía ruso, Alexandr Nóvak, el gasoducto será puesto en marcha antes de fin de 2020.
El Nord Stream 2, impulsado por una alianza de empresas de Rusia, Alemania, Austria, Francia y los Países Bajos, prevé el tendido de dos hilos por el fondo del mar Báltico para transportar un total de 55.000 millones de metros cúbicos de combustible.