China controla actualmente más del 90% del mercado de las tierras raras, elementos necesarios para producir smartphones, pantallas, acumuladores, láseres, radares y otros productos de origen militar y civil.

Sin embargo, contrariamente a estas preocupaciones, China no redujo la producción de metales de tierras raras, sino que amplió sus cuotas. El uso de metales de tierras raras para ejercer presión sobre otros países golpearía la imagen de China y transformaría las cadenas de suministro globales, lo que no beneficia en absoluto a Pekín, opinó el experto del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Popular de China Wang Yiwei en declaraciones a Sputnik.
"La mayor parte de equipo electrónico con metales de tierras raras se fabrica en China. El país apenas se negaría a participar en las cadenas de suministro globales solo para utilizar las tierras raras como baza en una guerra comercial", comentó el analista.
Aunque muchos analistas argumentaron que China podría jugar esta carta, el experto señaló que servía más bien de una advertencia para Estados Unidos.
Según el analista, las reservas de metales de tierras raras no se limitan a China. Australia, Mongolia, Japón y también Estados Unidos cuentan con depósitos de estos recursos. Por lo tanto, las restricciones a su producción y exportación solo llevarían a que China perdiera su posición de líder en este mercado, y unos proveedores alternativos ocuparan su lugar. EEUU y Japón ya han comenzado a desarrollar yacimientos de tierras raras en Australia, agregó el experto chino.
Por el contrario, expandir la producción es mucho más beneficioso para China. Con el aumento de la oferta, los precios en el mercado disminuyen. Por lo tanto, resulta menos rentable invertir en nuevas instalaciones de producción. Es decir, este paso fortalece la posición de China en el mercado de metales de tierras raras. Además, una mayor extracción de este recurso satisface las necesidades internas de China, comentó Wang Yiwei.
"China está aumentando la producción de estos recursos porque ya ha superado la etapa de confrontación con EEUU y tiene en cuenta los problemas de las cadenas de suministro globales. Por lo tanto, China está reforzando el desarrollo de esta industria para que pueda satisfacer sus propias necesidades, incluidas las del proyecto Industria 4.0".
Industria 4.0 es un programa de desarrollo tecnológico de China durante tres décadas. Según este proyecto, para 2045 China debería convertirse en una gran potencia industrial. El programa prevé el desarrollo de telecomunicaciones, redes de información, circuitos integrados, chips, motores de aeronaves, nuevos materiales y nuevas fuentes de energía. Es obvio que los metales de tierras raras son la materia prima clave para el desarrollo de todas estas industrias. Por lo tanto, es muy natural que China siga esforzándose por mantener su liderazgo mundial en la extracción y procesamiento de este valioso recurso.