Después de su salida a la bolsa, Saudi Aramco con toda probabilidad se convertirá en la empresa de capital abierto más grande del mundo. Es bastante probable que supere en su capitalización a gigantes como Apple, Microsoft, Amazon y Alphabet, la empresa que gestiona todos los proyectos de Google.
La empresa ya genera más ganancias que Apple, Alphabet y Exxon Mobil combinadas y es responsable del bombeo del 10% de todo el petróleo del planeta.
El príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, ya anunció que le gustaría ver que Aramco tenga una valoración de dos billones de dólares, lo que es casi siete veces la capitalización de Exxon Mobil, la mayor compañía petrolera cotizada. Además, dicha cantidad es casi el doble de la capitalización de Apple y Microsoft.
Regateo a la árabe
En la etapa actual, la pregunta principal es en qué medida la empresa saudí superará en su valoración a las empresas mencionadas anteriormente. Muchos inversores indican que Saudi Aramco cuesta menos que las evaluaciones de la monarquía saudí. De acuerdo con diferentes estimaciones, la valoración real de la empresa oscila entre 1,2 y 2,3 billones de dólares.
Teóricamente, en el futuro Riad podría vender hasta el 49% de la compañía para usar los fondos recibidos en las inversiones en la industria saudí. De esta manera preservaría el control de la empresa y obtendría cantidades enormes de dinero que puede usar para el desarrollo de la economía nacional. Por ahora, Riad actúa con cautela y trata de analizar qué tan exitoso puede ser la OPI.
El presidente ejecutivo de Saudi Aramco, Amin Nasser, anunció que la compañía publicaría una propuesta de OPI el 9 de noviembre. Se espera que la propia salida a la bolsa tenga lugar en diciembre.
El gigante tropieza
Otro problema grande es la seguridad de las instalaciones de Saudi Aramco. En septiembre, las refinerías del crudo de la empresa sufrieron ataques de drones y misiles de crucero. El grupo que reivindicó la autoría del ataque fue Ansar Alá, cuyos miembros son conocidos como hutíes.
Sin embargo, Riad responsabilizó a Teherán de haber estado detrás de este acto hostil. Arabia Saudí considera que Irán proporciona ayuda a dicha agrupación yemení. Asimismo, es importante recordar que los dos países se encuentran en estado de guerra fría.
En esta situación, la valorización de la firma resulta reducida por la incertidumbre que la rodea. Los riesgos reales a las instalaciones de la empresa y la falta de transparencia en el control sobre ella pueden influir negativamente sobre su capitalización.
Largo camino hacia la OPI
Las autoridades de Arabia Saudí por primera vez consideraron la posibilidad de la privatización parcial de Aramco en 2016. No obstante, la OPI fue pospuesta en varias ocasiones porque expertos e inversores extranjeros no estaban de acuerdo con las estimaciones en cuanto a la valorización de la firma.
El pasado 2 de noviembre las autoridades saudíes aprobaron la OPI de la compañía que tendrá lugar en la bolsa saudí Tadawul. Está previsto que se ponga a la venta cerca del 2% de la cantidad total de acciones. Los principales compradores serán miembros de la casa de Saúd: ellos están obligados a adquirir las acciones del gigante petrolero. Después, será posible lanzar la OPI en las bolsas internacionales.
Sin embargo, pese al apoyo de las autoridades saudíes, parece poco probable que Riad logre mantener el precio de las acciones basado en la estimación de la capitalización de Aramco en dos billones de dólares.