El Ministerio de Energía y Recursos Naturales No Renovables de Ecuador anunció el 7 de octubre la suspensión de las operaciones en tres pozos petroleros operados por la firma estatal Petroamazonas en las provincias de Orellana (este) y Sucumbíos (noreste), a causa de las protestas contra las medidas económicas del Gobierno de Lenín Moreno.
"Son cifras pequeñas para el mercado petrolero internacional", dijo Nazaralíev, al admitir a la vez que "cualquier noticia sobre la reducción del crudo provoca un aumento de los contratos de futuros".
Afirmó que este 8 de octubre el precio de petróleo subió en un 0,5%, "lo que es un aumento insignificante, es poco probable que los disturbios en Ecuador tengan un efecto mayor en términos porcentuales".
"Por ejemplo, tras el ataque contra instalaciones petroleras de Arabia Saudí, la extracción del crudo se redujo en cinco millones de barriles diarios, o un 5% de la producción global, y en un momento determinado los precios saltaron de 58 a 71 dólares", recordó.
Por su parte, Ekaterina Grushevenko, experta del Centro de Energía de la Escuela de Administración de Moscú Skolkovo, apuntó a que en el Campo Sacha, el más grande de los tres suspendidos, "la producción asciende a 44.000 barriles diarios, menos del 10% de toda la extracción de Ecuador, y en los yacimientos de Auca y Libertador la producción es aún menor, de 15.000 barriles diarios".
"Este volumen no es crítico para el mercado y no tendrá impacto grave sobre los precios de petróleo", aseguró.