"La derecha ha entendido que China puede ser una buena oportunidad de negocios, no es que celebren al socialismo, pero aplaudo este acercamiento: al principio fueron reacios, en parte por la injerencia desde la Embajada de Estados Unidos", señaló el parlamentario a Sputnik.
"En la medida en que el empresariado vio sus intereses en juego, con las posibilidades de negocios e inversiones, disminuyeron las críticas a una decisión que se pudo haber adoptado antes", aseguró el también presidente de la Asociación de Amistad con China, fundada hace 15 años.
Para el diputado, conocido como "El Chino" Flores, el primer año de relaciones con el Gigante Asiático estuvo marcado por altos y bajos, sobre todo al principio, cuando se acercaba a su fin el segundo gobierno del Frente, encabezado por el expresidente Salvador Sánchez Cerén.
Durante ese lapso, la Asamblea Legislativa (Parlamento) dominada por Arena y otras fuerzas de derecha avaló un recurso de los productores de caña de azúcar para declarar inconstitucional la ruptura con Taiwán, pero la demanda no procedió.
Además, destacó que la apertura de relaciones con China ofrece grandes oportunidades en campos como la educación, el desarrollo económico y tecnológico, el enfrentamiento al cambio climático y el turismo, un rubro que podría beneficiarse de uno de los mayores mercados emisores del mundo.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, también cuestionó en su momento las relaciones con China, e incluso prometió tras su victoria electoral de febrero pasado que revisaría los términos del restablecimiento de nexos.
Sin embargo, durante su viaje a Nueva York para intervenir en el 74 período de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas se reunió con el canciller de China, Wang Yi, y valoró la posible ayuda de la potencia asiática en materia de tecnología.
El jefe de Estado afirmó que su país espera fortalecer y expandir la cooperación con China, para lograr resultados tangibles lo antes posible en campos de alta tecnología, como la economía de Internet.