"Esta medida de EEUU constituye una violación grave del acuerdo logrado por los dos líderes en Osaka", declaró en una rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Exteriores, Geng Shuang.
A finales de junio pasado, los presidentes Donald Trump y Xi Jinping acordaron una tregua de 90 días durante la cual EEUU y China se abstendrían de imponer aranceles adicionales para que sus equipos negociadores lograran una solución a la guerra comercial.
Geng agregó que "las amenazas y la intimidación en relación con China no van a funcionar".
"Si EEUU se anima a dar este paso, China tomará las medidas necesarias para garantizar sus derechos e intereses legítimos", advirtió.
Sobre el llamado de Trump a que empresas estadounideneses abandonen China, el portavoz de Exteriores opinó que "parece una consigna política más que un planteamiento práctico".
"En el supuesto de que ocurra, otros llenarían las vacancias y, a la larga, saldría perdiendo EEUU", afirmó.
Las dos mayores economías del mundo mantienen una guerra arancelaria y han intercambiado desde junio de 2018 varias baterías de tarifas recíprocas, al tiempo que celebran negociaciones para lograr un acuerdo sobre su intercambio comercial.
Trump también avanzó que el arancel al resto de las importaciones chinas, por 300.000 millones de dólares, se elevará del 10% previsto en un principio al 15% desde el 1 de septiembre.
Más temprano, el Consejo de Estado chino dijo que se aplicarán aranceles del 5 al 10% a los productos estadounidenses por valor de 75.000 millones de dólares.
Algunos entrarán en vigencia el 1 de septiembre y otros, el 15 de diciembre; el último paquete también incluirá un arancel del 25% a los automóviles.