"Bolivia es una excepción en la región, con datos positivos de crecimiento, inflación y deuda externa bajo control, con indicadores minerales y fiscales absolutamente positivos pese al contexto externo que afecta a nuestro comercio", dijo Arce a reporteros.
Éste es el déficit más alto en los primeros cinco meses de 2019 desde que se inició hace cuatro años el actual ciclo de contracción de las exportaciones.
Arce atribuyó la situación a la disminución de las compras de gas natural por parte de Argentina y Brasil, los únicos consumidores externos de ese hidrocarburo boliviano, afectando al que se ha mantenido como principal negocio internacional de Bolivia en las dos últimas décadas.
En el actual invierno austral, la demanda conjunta de gas Argentina y Brasil promediaba unos 30 millones de metros cúbicos diarios (mmcd), frente al máximo de hasta 55 mmcd previsto en los contratos, según informes de la petrolera estatal YPFB.
"No hay señales de que la situación en los dos países vecinos vaya a cambiar drásticamente a corto plazo", añadió Arce, refiriéndose a las dificultades económicas que enfrentan los gobiernos de Buenos Aires y Brasilia.
El reporte del INE precisó que las exportaciones bolivianas de enero a mayo alcanzaron un valor de 3.410 millones de dólares, con una caída interanual de 341 millones de dólares o 9,1%.
Las ventas de gas natural, que constituyen casi un tercio de las exportaciones y ya habían disminuido en el período analizado de 2018, bajaron 16%, a 1.027 millones de dólares.
El ministro Arce ratificó la previsión oficial de que el Producto Interno Bruto, sustentado principalmente en el consumo interno, crecerá este año en torno a 4,0%.
