"Estamos recomendando que se apruebe el tratado de libre comercio [de México] con Canadá y con EEUU, este tema se está debatiendo en EEUU", dijo el mandatario en su conferencia de prensa diaria.
El titular del Ejecutivo federal comentó que el Congreso mexicano ya dio luz verde el 19 de junio pasado al texto que reemplazará al Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
"En lo que a nosotros nos corresponde, cumplimos el compromiso de aprobar y ratificarlo en México, lo hicimos primero que en Canadá y EEUU, esperemos que se apruebe lo más pronto posible el tratado", manifestó.
El pacto no ha sido promulgado por el presidente mexicano, a la espera de que sus socios culminen el proceso, que transcurre entre disputas internas en el marco de campañas electorales internas.
Sin embargo, consideró que un cuarto de siglo más tarde no conviene un viraje y expresó su nieva visión.
"Han transcurrido muchos años como para dar un gran viraje y echar por la borda todo lo que se ha conseguido, así como no ha resultado la panacea, también durante años se ha consolidado una relación importante, que no se puede desaprovechar, no es racional decir 'no' al tratado a estas alturas", admitió.
Señaló que T-MEC es conveniente para las tres naciones, "por lo que han significado muchos años de integración económica y comercial, pero somos muy respetuosos de lo que decidan en Canadá y EEUU".
Al mismo tiempo aclaró que, aunque está a favor de que se concluya la aprobación del tratado, respeta las decisiones que tomen las autoridades de los otro países, apegado al principio de "no intervención y autodeterminación".
En cuanto a la relación con el Gobierno de EEUU en materia migratoria, dijo que hay comunicación bilateral constante y que "son buenas las relaciones", a pocos días de una visita de trabajo del secretario de Estado, Mike Pompeo, que se reunirá con el canciller Marcelo Ebrard el domingo.
López Obrador y Trump han expresado que México está cumpliendo con su compromiso de contener la migración de indocumentados en la frontera sur mexicana, donde fueron desplegados unos 6.000 efectivos de la Guardia Nacional.