De acuerdo con los datos recopilados por la agencia, en los primeros cuatro meses de este año, las empresas chinas ya han incumplido con los bonos nacionales por un valor de 39.200 millones de yuanes (5.800 millones de dólares). Esto es aproximadamente 3,4 veces más que en el mismo período en 2018.
Esto provocó una reducción en la financiación, lo que explica el aumento en el incumplimiento que comenzó a finales de 2017 y continúa hoy. Según Moody's Investors Service, el corto vencimiento de los bonos hace que las empresas recurran a menudo a la refinanciación.
Al mismo tiempo, los bancos son reacios a otorgar préstamos a compañías débiles. Estos últimos se han acostumbrado a confiar en los bancos en la sombra, cuyo número continúa disminuyendo debido a la nueva política reguladora.
En particular, prevé recortes de impuestos, estimular las compras de electrodomésticos y automóviles, así como reducir aún más las tasas de interés para el crecimiento del crédito, especialmente para las pequeñas empresas que son las más vulnerables durante las guerras comerciales.