"Sería muy raro que firmáramos un acuerdo de libre comercio cuando tenemos pendiente una batalla comercial, la idea es poner sobre la mesa un escenario de solución de estas agresiones comerciales, antes de firmar el acuerdo", dijo el también titular de Economía en el marco del Mexico Summit 2018, de la revista The Economist.
La industria automotriz en territorio mexicano quedaría así protegida, si la Casa Blanca decide imponer aranceles, amparado en una investigación en marcha que durará meses, con base en la llamada "Sección 232" de una ley de Seguridad Nacional que data de los años 1960.
"La carta adjunta no permite que el país (México) sea incluido, y eso es parte del acuerdo", explicó el jefe negociador al ratificar el anuncio hecho la semana pasada.
Esa misiva negociada, es un eje paralelo a la renegociación del TLCAN, para reducir las fricciones en la relación comercial con EEUU, país que está en la fase crucial de negociar con Canadá, después un entendimiento bilateral alcanzado con México el 27 de agosto pasado.
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La tercera parte de las exportaciones son productos automotrices, que generan un millón de empleos.
Por esa razón, a México no debería preocupar tanto un fracaso de las negociaciones entre EEUU y Canadá, dijo Guajardo.
"Tenemos expectativas positivas de que logren un acuerdo, aunque esto no está garantizado", puntualizó.
La sectores claves de un acuerdo trilateral son las industrias automotriz, aeroespacial, y tecnología médica, para cuyas cadenas de valor el TLCAN es determinante.
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El pacto bilateral solo contempla cambios en las reglas de origen, que ordenaría elevar del 62,5 actual a 75% las autopartes que deben producirse en Norteamérica, con salarios de 16 dólares para fabricar de 40 a 45% de los automóviles, cinco veces los salarios mexicanos.
Las exportaciones mexicanas que no cumplan esa regla, un 30% hasta la fecha según Guajardo, deberán pagar desde 2020 un impuesto de 2,5% como "nación más favorecida".
Si Trump aplicara la ley de Seguridad Nacional a la industria automotriz de Japón o Alemania, "no la va a imponer a México, esta carta salva la capacidad exportadora del sector automotriz en América del Norte, así como las plantas en proceso", puntualizó.
A fines de marzo, Washington impuso aranceles del 25% a las importaciones de acero y 10% a las compras de aluminio, a la Unión Europea y Norteamérica, que entraron en vigor el 1 de junio.
