Según apunta el informe del Institución Nacional para la Transformación de India (NITI Aayog) la situación "solo va a empeorar", ya que es probable que 21 ciudades se queden sin agua subterránea ya para 2020. A largo plazo, la escasez de agua se agudizará aún más en la nación surasiática, ya que la demanda va en aumento al compás del crecimiento de su población, de 1.400 millones de personas.
"Para 2030, se prevé que la demanda de agua del país duplique la oferta disponible", dice el informe de NITI Aayog.
Las extensas colas para acceder a los buques cisterna organizados por las autoridades ya se han convertido en algo común en los barrios residenciales de algunas grandes ciudades. La falta de lluvias también causa el caos en las zonas rurales, donde las personas se ven afectadas de manera similar por la falta de acceso a agua potable. El agua subterránea se utiliza cada vez más para la agricultura y las lluvias monzónicas no dejan la suficiente agua como para garantizar el suministro de agua potable.
Esta situación hace prever que habrá una inminente necesidad de poner en marcha actuaciones para ahorrar agua y que su uso sea más eficiente y sostenible, continúa el estudio. El grado proyectado de escasez de agua representará una pérdida del 6% del PIB de la India. Es decir, la falta de este recurso afectará a la séptima economía del mundo —según el Banco Mundial—. Sin embargo, la mala gestión de los datos y la falta absoluta de un precio adecuado del agua han impedido un avance significativo en esta materia.
En los últimos años se ha realizado un esfuerzo para desarrollar suministros de agua sostenibles a la India con la legislación de conservación del agua existente en gran parte del país. El riego por goteo, un método que implica que los agricultores reduzcan drásticamente el uso de fertilizantes y combustible, no se ha popularizado, ya que su implementación inicial es muy costosa para la mayoría de los campesinos y los Gobiernos regionales brindan un apoyo muy limitado.
No obstante, 15 de los 24 estados de la India han mejorado los índices de consumo de agua, lo que ha llevado a los autores del estudio a deducir que la situación poco a poco podría ir mejorando.
