Ross Teverson, un directivo de Jupiter Asset Management radicado en Londres que está a cargo de fondos con un valor de 3.100 millones de dólares, se ha mostrado dispuesto a desarrollar inversiones en el país árabe después de que el programa de reformas impulsado por las autoridades saudíes comenzara a dar los primeros frutos.
"Arabia Saudí parece estar siguiendo el ejemplo del modelo de inversión de activos fijos de China, invirtiendo en proyectos de infraestructura para eliminar los impedimentos al crecimiento económico", opina el financista.
Teverson también habló del servicio de tren de alta velocidad Haramain, que unirá las ciudades de Madinah y Makkah con la Ciudad Económica del Rey Abdullá (KAEC, por sus siglas en inglés), en la costa oeste, y con el Aeropuerto Internacional King Abdulaziz de Jeddah. Además, destacó el nuevo sistema de metro que entrará en funcionamiento en Riad. A su juicio, estos son ejemplos de inversiones en infraestructuras clave.
Asimismo, comparó la reciente ofensiva contra la corrupción lanzada el año pasado por el príncipe heredero, Mohammed bin Salman, con acciones similares emprendidas por el presidente chino, Xi Jinping, durante sus primeros años de mandato.
"Arabia Saudí tiene una población joven —la mitad de sus ciudadanos tiene menos de 25 años— y mi impresión es que la mayoría de la gente parece aprobar lo que el príncipe heredero Mohammed bin Salman está haciendo para diversificar la economía del país y hacerla más sostenible socialmente", dijo.
Además, una alta incidencia de afecciones crónicas entre los saudíes como la diabetes y la creciente demanda de atención médica a largo plazo para pacientes de edad avanzada también sugieren un crecimiento estructural en los gastos médicos. Se espera que los recursos destinados a la atención médica dentro del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo crezcan en el futuro, con Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos a la cabeza del aumento.
En otros ámbitos, sin embargo, se requiere más precaución, recalca Teverson. Aunque el sector bancario del reino resulte atractivo a primera vista, puede haber riesgos ocultos para los potenciales prestamistas en algunos activos.
