Los estadounidenses buscan reforzar su "dominio político y militar y el liderazgo económico, en particular intentando expulsar a Rusia de los mercados de energía y obligando a los europeos a usar el gas liquido de EEUU, más caro", dijo Lavrov al intervenir en la Universidad de Belgrado.
El ministro recordó que tal política, que fue apoyada por la UE, tuvo un impacto negativo tanto en los intereses de Serbia como en los de otros países "cuando Bulgaria, debido a la presión externa, torpedeó la implementación del South Stream".
"Esperamos que aprendan la lección. Por lo menos ahora vemos enfoques mucho más razonables hacia proyectos tan importantes como el Turk Stream y el North Stream 2", dijo Lavrov.
La ley incluye restricciones a altos cargos rusos por la supuesta interferencia en las elecciones estadounidenses de 2016, acusación que Moscú desmintió en reiteradas ocasiones, endurece las condiciones de financiación en EEUU para las entidades rusas sujetas a las sanciones y limita las facultades del presidente a la hora de atenuar dichas medidas.
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La normativa prohíbe a particulares y compañías de EEUU el suministro directo o indirecto de maquinaria, tecnologías y servicios para nuevos proyectos de exploración y producción en aguas profundas, en la plataforma marítima del Ártico o proyectos de esquisto en los que participen al 33 por ciento o más las empresas rusas sujetas a sanciones.
También autoriza al presidente de EEUU a imponer restricciones a personas y empresas que hagan una inversión, vendan, alquilen o proporcionen a Rusia servicios, tecnología, información o apoyo para la construcción de gasoductos y oleoductos destinados a la exportación en proyectos con un valor de mercado equivalente o superior a un millón de dólares, o que cubran un período de 12 meses y tengan un valor agregado de cinco millones de dólares o más.
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De esta manera, la normativa estadounidense deja la puerta abierta a las sanciones contra las compañías europeas por colaborar con Moscú en el sector energético, en concreto en el proyecto Nord Stream 2 que prevé el tendido de dos tuberías de gas con capacidad para 55.000 millones de metros cúbicos anuales desde la costa rusa hasta Alemania por el fondo del mar Báltico.
