Los economistas vinculan la brusca caída con el desplome de las cotizaciones de los índices bursátiles de EEUU.
Al mismo tiempo, los principales índices bursátiles de China bajaron un 2,7%, lastrados por Wall Street.
El Shanghai Composite Index disminuyó en un 5,15% hasta situarse en los 3.094,03 puntos. Mientras, el Shenzhen Composite Index bajó en un 2,68%, hasta los 1.688 puntos. Paralelamente, el índice de la bolsa de Hong Kong se derrumbó en el 3,91%, hasta los 29.294,25 puntos.
Los índices bursátiles de las bolsas estadounidenses perdieron el 8 de febrero entre el 3,8% y el 4,15%. El Dow Jones experimentó caídas del 4,15%, mientras que el Nasdaq —que agrupa a las compañías especializadas en altas tecnologías— se dejó el 3,9%. El índice S&P 500 bajó un 3,75%.
De esta manera, el 8 de febrero se ha convertido en el segundo peor día en la historia de Dow Jones. Desde comienzos de esta semana, el Dow Jones perdió el 6,5%, el Nasdaq el 6,4% y el S&P 500 el 6,6%.
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