Ese resultado es el menor desde 2013, y se sitúa por debajo del 2,49% que registró en el mismo lapso de 2016 el Indicador Global de la Actividad Económica.
Una menor expansión ocurrió en el sector de los servicios, que es el principal motor de la economía mexicana.
Como resultado de una desaceleración del mercado interno, la actividad de los servicios creció 3,17%, que es un resultado inferior al 3,62% reportado en el mismo periodo del año anterior.
En cambio, el sector agropecuario creció 2,35% en el mismo lapso.
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En noviembre pasado, el Gobierno de México pronosticó que en 2017 la economía crecería entre un 2,0 y 2,6%.
El pronóstico de los analistas financieros es que la economía crecerá 2,1% en todo 2017, por debajo del 2,9% logrado en 2016, según una encuesta de la entidad.
Además de los terremotos de septiembre, que costarán 2.000 millones de dólares en reconstrucción, otro factor de la caída de la actividad económica es la contracción de la producción petrolera.
A finales de 2017, la economía mexicana continúa sometida a una incertidumbre sobre los resultados del proceso de negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, cuyas negociaciones continuarán hasta la primavera de 2018.
Además, los analistas pronostican que la reforma fiscal recién aprobada en EEUU atraerá la repatriación de inversiones establecidas en México.
