El 23 de octubre el multimillonario predijo que el bitcoin acabaría desplomándose.
"Esta cosa no se regula, no se controla y tampoco se vigila", subrayó Walid.
Sus declaraciones siguieron al comentario de la Autoridad Monetaria de Arabia Saudí (el banco central del país) que afirmó que la condición del bitcoin todavía no permitía tomar decisiones y regular el impacto de la criptomoneda.
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"Creo que deben pasar unos cinco años para que podamos concluir si tiene una influencia real en la moneda en general", comunicó a la cadena CNBC Abdulmalik Sheij, el Asesor Superior de la Autoridad Monetaria saudí.
La opinión de Walid también resulta ser parecida a la de Jamie Dimon, el director general de J. P. Morgan, que había predicho el colapso de bitcoin a principios de septiembre. No obstante, desde aquella predicción el precio de la criptomoneda —que era de unos 3.800 dólares— siguió creciendo.
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No obstante, existe la opinión de que las ventajas tecnológicas de las criptodivisas pueden ser utilizadas sin perder el control totalmente sobre su circulación. Así, Rusia optó por la idea de un 'criptorublo', una criptomoneda nacional rusa que busca combinar las ventajas informáticas con el monitoreo centralizado.
