En 2016 cerca de 42,5 millones de personas no pudieron cubrir sus necesidades calóricas diarias, lo cual significa "un aumento de 2,4 millones de personas, un 6% más de la población subalimentada en comparación con el año anterior", dice el informe realizado por la OPS (Organización Panamericana de la Salud) y por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura).
Si bien el hambre creció en seis países de la región y se redujo en 21, "el número absoluto de personas con hambre ha aumentado", señala la publicación.
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"Brasil, Cuba y Uruguay presentan una prevalencia de subalimentación inferior al 2,5%, mientras que Argentina, Barbados, Chile, México y Trinidad y Tobago están bajo el 5%", añade.
Ambas organizaciones advierten que si la región no logra modificar esa tendencia, no podrá erradicar el hambre y la malnutrición en 2030, tal y como se comprometió a hacerlo en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Malnutrición
El informe también asegura que el sobrepeso y la obesidad "afectan a todos los grupos de edad en hombres y mujeres y constituye un problema de salud pública en todos los países de la región".
El sobrepreso y la obesidad, añadió Etienne, afectan principalmente a las mujeres y a los menores de edad, si bien la desnutrición también persiste especialmente en poblaciones vulnerables de América Latina.
Por todo ello, la FAO y la OPS hacen un llamamiento a los países a transformar sus sistemas alimentarios para impedir que el hambre siga avanzando y que la malnutrición aumente, por lo que es fundamental tener en cuenta la "condición de las personas, hogares y territorios más vulnerables".
Solo con el esfuerzo de todos los países de la región, añade el informe, se podrá volver al camino que convirtió la pasada década a América Latina y el Caribe en un ejemplo global de la lucha contra el hambre y la malnutrición.