Según la Administración de Información Energética de EEUU (EIA, por sus siglas en inglés), el crudo estadounidense que llegó la semana pasada a las refinerías se situó en un promedio de 14,1 millones de barriles diarios, 394.000 menos que la semana anterior, mientras que las refinerías operaron al 77,7% de su capacidad.
Casi la mitad de las refinerías de petróleo estadounidenses, localizadas en el sureño estado de Texas, se vieron obligadas a cerrar por el huracán Harvey.
Harvey tocó las costas de Texas el 25 de agosto como un huracán de categoría cuatro, el más poderoso que afectó al país en más de 10 años.
El ciclón devastó principalmente la región sudoriental de Texas, en especial la ciudad de Houston, y la zona sudoccidental del vecino estado de Luisiana.