Así, el 29 de agosto, el euro ya superaba a la apertura de los mercados los 1,20 dólares estadounidenses, su mayor valor desde 2015. Los inversores se han apresurado a comprar activos refugio: oro, bonos estadounidenses y francos suizos.
El yen también se ha fortalecido a la apertura de los mercados del 29 de agosto. De los 109,25 yenes al cierre del lunes, el dólar se situaba en los 108,52 yenes el martes. Si bien es cierto que la divisa nipona no llegó a superar al euro y se situó en los 130,69, un 0,15% más en relación con la moneda europea.
El dólar también sale perdiendo frente a la libra esterlina y se coloca en los 1,2957, su valor más alto en las últimas dos semanas. La otra cara de la moneda se la lleva el Reino Unido, cuya incertidumbre tras el Brexit ha permitido que el euro ganase más de un 14% de terreno frente a la libra esterlina.
Tormenta perfecta
Los analistas afirman que no solo las últimas tensiones en la península coreana están influyendo negativamente en la economía estadounidense.
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Admiten que las consecuencias del huracán Harvey en el sector petrolero norteamericano también podrían ser considerables y han advertido de que el tono moderado de la Reserva Federal de EEUU podría retrasar las esperadas subidas de tasas —tipos- de interés, algo que mejoraría sensiblemente la situación del billete verde.