El 18 de julio, el jefe de la RPD propuso crear el Estado de Malorrusia en un periodo de transición de tres años, alegando que Ucrania como Estado ha demostrado su incapacidad manifiesta de resolver el conflicto en el este del país.
Potencial económico
El potencial de Malorrusia será bastante alto, especialmente en caso de que las fronteras del nuevo Estado se establezcan en las provincias de Donetsk y Lugansk, se invierta en infraestructuras y se construya una eficaz administración pública.
La región económica de Donetsk ha sido tradicionalmente un gran centro de exploración y refinado de carbón, que además contaba con una potente infraestructura de transporte.
Gracias a ello, dicha región siempre estuvo más desarrollada que otras que formaban parte de Ucrania, prosigue el artículo.
Motores clave de la economía
La metalurgia y la industria del carbón son sectores clave que dan trabajo a 21.400 personas de la región. En 2016, la RPD produjo 2,1 millones de toneladas de acero.
En total, la industria siderúrgica genera al mes beneficios por más de 4.000 millones de rublos —casi 68 millones de dólares—.
Además, Malorrusia no tendría problemas con el suministro de gas ya que varios gasoductos atraviesan su territorio.
En cuanto al abastecimiento de petróleo, la situación no sería tan halagüeña. El oleoducto Druzhba está lejos de Malorrusia, por lo que sería necesario usar otros medios para transportar el petróleo a la región, a no ser que sus autoridades emprendieran la construcción de un nuevo oleoducto.
Actualmente, tres plantas metalúrgicas funcionan en la República Popular de Donetsk —en Donetsk, Maquéevla y Alchevsk— y sus productos podrían ser exportados al extranjero en caso de que sus lazos económico-comerciales y las relaciones diplomáticas con otros países mejorasen.
En las condiciones actuales, exportar estos productos será difícil, por lo que es probable que estos materiales se usen para la construcción de maquinaria.
Antes del inicio de las hostilidades, la región producía con éxito metales no ferrosos y hasta el 60% de sus productos se exportaba al extranjero, incluido el cinc, el mercurio y varias aleaciones de metal.
La agricultura
Tras el cese de los combates, es posible que el sector de la agricultura experimente un considerable crecimiento de producción, ya que las tierras de cultivo ocupan casi el 80% de la región.
Además, en caso de que el nuevo Estado vea la luz, sus empresas tendrán acceso a fertilizantes bastante baratos, algo que puede aumentar considerablemente la competitividad de sus productos agrícolas.
Actualmente, la producción de trigo es capaz de satisfacer el consumo interno, que llega a los 5 millones de toneladas de trigo anuales.
Problemas económicos
Dado que las posibilidades del mercado interno de Malorrusia son limitadas y la estructura de su industria exige un gran volumen de exportación, la apertura de nuevos mercados será una tarea muy importante para sus futuras autoridades.
"Es muy importante que Malorrusia no repita el escenario reproducido por la mayor parte de países de Europa del Este", informa el portal ruso Vestifinance.
A causa de la perdida de mercados y una serie de problemas económicos, estos Estados tropezaron con la desindustrialización y la migración de su población.
"Es decir, ahora Malorrusia se encuentra en la situación que vivió Ucrania tras el desplome de la URSS: tiene un gran potencial industrial sin mercados en los que comercializar sus productos. Por eso, es importante que no repita los errores de Kiev y mantenga el rumbo hacia el desarrollo postindustrial".
En esta etapa, la integración económica de la región con Rusia no haría más que consolidarse. Además, Malorrusia tendría un gran potencial para desarrollar sus relaciones comerciales con los países de Asia.
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