La siderurgia es una de las industrias clave de Rusia y ocupa una considerable parte de sus exportaciones.
Entre 1990 y 2014, el gigante asiático aumentó su producción de acero en 6,4 veces —de los 128,5 millones de toneladas al año hasta llegar a los 823 millones de toneladas—.
Ruslán Dzarásov, profesor de economía política de la Universidad Económica Plejánov, considera que Rusia puede responder al brusco crecimiento de la competitividad en el mercado del acero mediante el desarrollo de sus propias tecnologías.
Además, Dzarásov mencionó que los especialistas rusos han desarrollado la tecnología de producción del así llamado semicoque.
"La implantación de estas tecnologías podría disminuir los gastos derivados de la industria siderúrgica de Rusia y, como resultado, contribuir al aumento de su competitividad en el mercado internacional", subrayó el experto.