Hay dos categorías de deudas del Gobierno federal: pública e interna. La primera supone papeles de valor, comprados por inversionistas, corporaciones, organismos administrativos locales y gobiernos de los estados, el Sistema de la Reserva Federal así como gobiernos extranjeros.
Para diciembre de 2016, la deuda federal de EEUU llegó a 14.202 millones y la interior a 5.395 millones de dólares. De ese modo, la cifra total alcanza los 19.597 millones.
La cadena Vestifinance explica que un 43% de toda la deuda estatal pertenece a gobiernos extranjeros, corporaciones e inversionistas privados.
La cifra más alta de la deuda pública corresponde a Japón (1.090 billones de dólares), a China (1.058 billones) y a Irlanda (288.200 millones). Entre los países que aún tienen que recibir dinero por parte de EEUU figuran Brasil, Suiza, Gran Bretaña, la India y Arabia Saudí entre otros.
El medio recuerda que este año, por primera vez en la historia estadounidense, los gastos del Gobierno por intereses de su deuda superaron el medio billón de dólares. Según Vestifinance, la política del nuevo presidente de EEUU, Donald Trump, supone aumentar considerablemente los gastos estatales a través de dinero prestado y se puede suponer que se gaste más también a los intereses de la deuda.
"Durante el mandato de Barack Obama, la deuda creció casi dos veces. El nivel de la deuda pública también aumentaba varias veces y en septiembre de 2013 tuvo lugar el así llamado shutdown, cuando el Gobierno dejó de funcionar parcialmente por no haber aprobado el presupuesto", indica Vestifinance.
Se agrega que aquel período más de un millón de empleados públicos no se presentaban al trabajo durante 16 días. Los ministerios, organismos públicos, museos y parques estaban cerrados, los certificados y documentos se entregaban con mucha demora.
"En aquel período, la economía de EEUU perdió 120.000 puestos de trabajo. (…) El crecimiento tan brusco de la deuda en los tiempos de Obama se explicaba por la necesidad de dirigir dinero a la lucha contra las consecuencias de la crisis de 2008, el crecimiento de los gastos a la campaña electoral en Afganistán, así como para realizar las reformas de salud Obamacare. Las reformas de Trump podrían provocar el aumento de la deuda publica en cinco billones más", pronostica el medio.