El 10 de octubre, Rusia y Turquía firmaron un convenio intergubernamental que prevé la construcción del gasoducto Turk Stream para el suministro de combustible al mercado turco y, a través de Turquía, a otros países del sureste de Europa.
El tramo submarino, de más de 900 km de largo, incluirá dos líneas paralelas, con una capacidad anual de 15.750 millones de metros cúbicos cada cual, que se tenderán de la costa rusa del mar Negro cerca de Anapa al poblado turco de Kiyikoy.
Luego se construirá un tramo terrestre que conectará el gasoducto submarino con la red turca de distribución del gas cerca de Lüleburgaz y se extenderá a Ipsala, en la frontera con Grecia.
El convenio establece que el tramo submarino debe completarse en diciembre de 2019.
A principios de diciembre el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, firmó la ley previamente aprobada por el Parlamento turco para ratificar el acuerdo con Rusia sobre la construcción del Turk Stream.