“El Consorcio Internacional de Transporte de Gas propuso continuar con el proyecto Nord Stream y construir el segundo gasoducto, el Nord Stream 2; debo decir que no es una alternativa al South Stream y no compite con nadie en este sentido”, indicó.
En diciembre de 2014, Rusia desistió de construir el gasoducto South Stream en el sur de Europa alegando "una posición no constructiva" de la UE, cuyo Tercer Paquete Energético prohíbe a una compañía extractora, la rusa Gazprom en este caso, ocuparse paralelamente del transporte del gas.
También otro proyecto de Gazprom, Nord Stream 2, provoca el rechazo de algunos miembros comunitarios.
Letonia, Lituania, Estonia, Polonia, Hungría, Rumanía y Eslovaquia enviaron a finales de 2015 una carta a Bruselas señalando que el proyecto aumentaría la dependencia de Europa del combustible ruso y debilitaría la seguridad energética de la UE, además de desestabilizar aún más la situación en Ucrania, la vía principal de tránsito del gas ruso a Europa.