"El presidente (Vladímir Putin) dio una clara respuesta, solo puedo repetirla: se necesitan garantías, nadie tenderá el gasoducto por el fondo del mar Negro sin tener garantías de que estará solicitado", señaló.
Existe interés en que Rusia suministre gas al sudeste de Europa, pero mucho depende de la disposición de la Comisión Europea de desarrollar la respectiva infraestructura, explicó.
Debido a la posición no constructiva de la Unión Europea (UE), Rusia anunció en diciembre de 2014 que se negaba a construir el gasoducto South Stream (que debía pasar por Bulgaria, Serbia y Hungría) y que tendería otro, Turk Stream, proyecto que también se congeló debido a la crisis en las relaciones entre Moscú y Ankara, provocada a finales de 2015 por el derribo de un avión militar ruso por la Fuerza Aérea turca en territorio sirio.
La UE se opuso a la construcción del South Stream porque el denominado Tercer Paquete Energético prohíbe que una compañía extractora también se encargue del transporte del gas.