"Se espera que 2017 registre un crecimiento moderado", dice el estudio y agrega que el fortalecimiento de la economía rusa se deberá a la recuperación de los precios del petróleo y el crecimiento del consumo privado y de las inversiones.
El BERD conservó su pronóstico de noviembre de una caída del PIB ruso entorno al 1,2 por ciento.
A largo plazo el crecimiento del PIB permanecerá entre el 1 y el 2 por ciento del PIB, dice el documento.
La institución también hizo un pronóstico sobre la economía ucraniana, afirmando que su PIB crecerá un 2 por ciento anualmente en los años 2016 y 2017 gracias a las reformas estructurales.
El banco destaca que el crecimiento de la economía del país dependerá de la reanudación de los pagos del FMI, la estabilidad política y la continuación de las reformas en el sistema bancario, el sector de la energía y otros ámbitos.
El BERD destaca que el pronóstico puede verse afectado por riesgos como el deterioro de la situación geopolítica o la baja confianza de los inversores respecto a otros mercados en desarrollo.