Al menos 175 compañías de las 500 que fueron investigadas por Deloitte, tienen una deuda de más de 150 mil millones de dólares, lo que significa que este año todas corren el riesgo de caer en bancarrota, reza en su reporte citado por la agencia Reuters.
Una de las más grandes compañías energéticas de EEUU, Chesapeake Energy, se convirtió la semana pasada en objeto de rumores sobre una posible quiebra y tuvo que emitir el comunicado en que negaba su disposición a recurrir al uso del capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos para combatir dichas especulaciones.
Pese a los horrores vaticinados por Deloitte para 2016, en el reporte figuran también positivos pronósticos para el sector de servicios de la industria petrolera mundial.
Dicho sector se encarga del suministro del equipamiento y recursos humanos, cosas que requieren menos inversión y permiten a las compañías ser más flexibles desde el punto de vista financiero.
En enero de 2016 para enfrentar la crisis petrolera que afecta a muchos países, Rusia, Venezuela, Arabia Saudí y Catar lograron ponerse de acuerdo para la congelación de la extracción de crudo a los volúmenes de enero, una medida que permitirá estabilizar los precios del mercado de oro negro, según muchos expertos.
