"Mientras el panorama externo siga inestable (con el papel clave del precio del petróleo), la fluctuación del rublo será inevitable, aunque la volatilidad pierde intensidad", dijo la presidenta de la entidad Elvira Nabiúlina.
Al mismo tiempo, se reservó el derecho de realizar intervenciones en el caso de surgir una amenaza a la estabilidad financiera del país.
Esta medida en el contexto del desplome de los precios del petróleo llevó a la devaluación del rublo a finales del año pasado y durante el presente el mercado registró una alta fluctuación de la divisa nacional.
El aplazamiento de la transición al tipo de cambio flotante, advirtió, habría generado consecuencias más nefastas.
"Mantener la cotización habría significado apoyar las expectativas inflacionarias, lo que hubiera deteriorado aún más la situación y hasta socavado la estabilidad financiera", explicó.
El país alcanzó bastante rápido la estabilidad financiera, concluyó Nabiúlina.