“A las políticas de América del Sur no les influye en nada, el que más pierde en este caso es Alemania, que debe de juzgar que los negocios en Latinoamérica no son tan atractivos”, aseguró el economista jefe de la consultora Econométrica.
El mayor banco alemán se retirará asimismo de Dinamarca, Finlandia, Noruega, Malta y Nueva Zelanda, dispondrá el despido de 15.000 empleados y venderá negocios que emplean a otros 20.000, tras reconocer que en el tercer trimestre de este año perdió 6.600 millones de dólares, informó este jueves su director ejecutivo John Cryan.
En el caso de Uruguay, por ejemplo, este banco de inversión operaba solamente con clientes no residentes.
Brasil es el único país de la región donde el Deutsche planifica permanecer.
Para Castiñeira la medida no debe preocupar porque “es una política comercial de una empresa”, mientras en las plazas latinoamericanas hay una “enorme” presencia de bancos estadounidenses y a los que se suma el ingreso de bancos chinos.
“Hay bancos de varios países y los bancos de China se están instalando en muchos de los países de Latinoamérica”, apuntó.
El Deutsche Bank también anunció que no pagará dividendos en los ejercicios 2015 y 2016.
