Tras una revisión de los datos, en la que se incluyeron nuevas variables y estadísticas con las que no se contaba previamente, el organismos oficial, asegura que el Producto Interior Bruto (PIB) español retrocedió en 2011 un 1 por ciento, frente al retroceso del 0,6 por ciento publicado anteriormente.
En los años siguientes, también se refleja una mayor caída: en 2012, la recesión fue del 2,6 por ciento, cinco décimas superior a la cifra conocida hasta el momento.
Lo mismo ocurrió con 2013, en el que la caída fue del 1,7 por ciento y no del 1,2 por ciento, como se creía.
En 2014, los cambios en las cifras afectan a la demanda interna, la principal impulsora del ligero crecimiento del que presume el Gobierno de Mariano Rajoy.
Según el INE, el consumo de los hogares fue del 1,2 por ciento y no del 2,4 por ciento como se señaló en un principio.