En declaraciones a Sputnik Nóvosti, el profesor del Centro de Relaciones Internacionales de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ), Williams Gonçalves, advirtió que "a pesar de que en un principio la posición geopolítica de Brasil en el contexto internacional no se verá afectada en sus alianzas estratégicas como los BRICS o Mercosur, ya que son uniones más políticas que económicas, sí es cierto que con el tiempo este último bloque se verá muy afectado a nivel interno por la paralización de la economía de Brasil".
A raíz de los recortes aplicados por la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, el presupuesto actual del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil es de apenas 1.000 millones de reales (unos 264 millones de dólares), es decir, un 30 por ciento de los 3.300 millones de reales (872 millones de dólares) que el Gobierno del expresidente Lula da Silva dedicaba a su diplomacia en su último año de gobierno en 2010, lo cual ha significado además una reducción de las misiones diplomáticas de Brasil de 180 en aquel año a apenas 50 en 2014.
"El Gobierno de Dilma Rousseff parece estar doblando las rodillas ante la presión de los mercados y los intereses neoliberales; el hecho de que presione a otros países del bloque a aceptar el tratado de libre comercio es un signo inequívoco de que la crisis económica de Brasil tendrá efectos graves en la posición de los países de Latinoamérica y muy especialmente del bloque Mercosur", concluyó el especialista.