El director del Fondo de Seguridad Energética Nacional, Konstantín Símonov, señala que los precios del gas repiten la tendencia del crudo con un retraso de entre cuatro y ocho meses, dependiendo del tipo de contrato.
"El retraso promedio constituye seis meses. Eso quiere decir que si los precios del petróleo cayeron en agosto, entonces los consumidores europeos podrán comprar el gas en enero con un descuento proporcional al retroceso del barril", explicó el experto.
El gas ruso cotizó en el segundo trimestre a 251 dólares por 1.000 metros cúbicos, mientras en el primer trimestre se pagaba 284 dólares.
Los pronósticos a largo plazo auguran el barril entre 45 y 50 dólares.
Los costos en estos centros son realmente superiores a los precios de Gazprom, pero, por lo general, esto sucede solo en los momentos de mayor consumo.
El jefe del Centro de Análisis de Gas de Europa del Este, Mijaíl Korchemkin, apunta que el hub TTF de Países Bajos vendía el gas a 226 dólares por 1.000 metros cúbicos en el primer trimestre, en el segundo a 218, unas sumas inferiores a las entregas de Gazprom.
Sin embargo, Noruega, el mayor productor y exportador del combustible en Europa, suministraba el gas a 289 dólares en el primer trimestre y a 248 en el segundo, unos precios ligeramente superiores a los de la compañía rusa.
Y precisamente Noruega es el que marca el mercado spot en el noroeste de Europa, concluye el diario.