Entre los acuerdos destaca el firmado entre Novatek, el segundo productor de gas ruso, con el Fondo de la Ruta de la Seda para obtener el 9,9 por ciento de las acciones del proyecto de gas natural licuado del campo de Yamal.
Ese proyecto, que empezó a discutirse en agosto, supone la primera inversión del fondo en Rusia.
El importe del acuerdo alcanza los 1.400 millones de dólares, según un comunicado de la compañía.
El productor de petróleo Rosneft ha firmado un acuerdo marco con la compañía ChemChina para comprar el 30 por ciento de su accionariado y también desarrollará junto al gigante chino Sinopec los yacimientos de Russkoye y Yurubcheno Tokhomskoye.
Cuando empiece a ser bombeado en 2018, China se convertirá en el primer consumidor de gas ruso.
Pekín y Moscú han acelerado en los últimos meses su colaboración energética por las necesidades imperiosas de China para alimentar su locomotora económica y las crecientes sanciones de Occidente a Rusia.
La caída del rublo y de los precios internacionales de los recursos naturales explican que el comercio bilateral haya disminuido un 30 por ciento durante el primer trimestre respecto al mismo periodo del pasado año.
En ese mismo tiempo, el comercio agrícola se ha doblado.